En mis citas con Harry había descubierto más cosas sobre mí que en toda una vida.
Nos metimos en la ducha y se deleitó enjabonándome. Me levantó y yo rodeé su cintura con mis piernas. Nos besamos bajo el agua refrescante.
Louis nos esperaba en la habitación. Me quité la toalla y comencé a bailar desnuda ante de los dos, excitándoles con mis gestos. ¡Nunca me había sentido tan seductora!
«Quiero bailar con los dos», dije. Con Harry por delante y Louis por detrás, continuamos bailando los tres.
Harry me dio la vuelta y me quedé frente a su amigo. «Juega conmigo», le dije sintiéndome una devora hombres.
Cerré los ojos y sentí su dureza. Estaban preparados para mí y yo para ellos.
«Louis, ofrécemela», pidió Harry. Me sentó sobre él y yo recibí a mi hombre, mientras escuchaba las palabras de su amigo susurrantes en mi oído.
Me enloquecía estar con ellos y dejar que me dieran todo el placer que emanaba de sus cuerpos.
Con cada excitación que experimentaba, estaba descubriendo algo muy importante. Estaba descubriendo a (TuApodo).