Cita 27 “Levantando El Castigo”
«¿Me has levantado el castigo?», me preguntó ardiente. Su mirada también ardía. Sus labios quemaban al contacto con los míos.
Me subió sobre la encimera de la cocina. Me pregunté divertida qué íbamos a cocinar esta vez.
De nuevo sus palabras sonaron en mis oídos, esta vez de verdad. Estábamos juntos de nuevo. Me dejé llevar por lo que me decía y me excité sin remedio.
Quería llevarme a la cama y desnudarme. Y yo también lo quería, pero me había propuesto ser dura esta vez. ¡No iba a permitir que siempre hiciera conmigo lo que quisiera!
Le perdono, no le perdono… Mi mente daba vueltas. Estaba ansiosa por sentirle dentro de mí, pero quería ser dura.
Me atrajo hacia él. ¡Harry estaba más duro aún que yo! Aunque no por el mismo motivo.
«No estás perdonado», me atreví a decirle. Nos despedimos y me refugié en mi cama, sola y decidida a ser yo la que mandara en mí misma por una vez. No fue posible, mi subconsciente me traicionó y aquella noche soñé con él.
Aunque no estábamos solos en mi sueño. Un desconocido me poseía mientras Harry nos miraba sin perderse detalle. ¿Qué me estaba pasando? La única respuesta fue: no sé hasta cuándo podré aguantar sin tenerle entre mis brazos.
«¿Me has levantado el castigo?», me preguntó ardiente. Su mirada también ardía. Sus labios quemaban al contacto con los míos.
Me subió sobre la encimera de la cocina. Me pregunté divertida qué íbamos a cocinar esta vez.
De nuevo sus palabras sonaron en mis oídos, esta vez de verdad. Estábamos juntos de nuevo. Me dejé llevar por lo que me decía y me excité sin remedio.
Quería llevarme a la cama y desnudarme. Y yo también lo quería, pero me había propuesto ser dura esta vez. ¡No iba a permitir que siempre hiciera conmigo lo que quisiera!
Le perdono, no le perdono… Mi mente daba vueltas. Estaba ansiosa por sentirle dentro de mí, pero quería ser dura.
Me atrajo hacia él. ¡Harry estaba más duro aún que yo! Aunque no por el mismo motivo.
«No estás perdonado», me atreví a decirle. Nos despedimos y me refugié en mi cama, sola y decidida a ser yo la que mandara en mí misma por una vez. No fue posible, mi subconsciente me traicionó y aquella noche soñé con él.
Aunque no estábamos solos en mi sueño. Un desconocido me poseía mientras Harry nos miraba sin perderse detalle. ¿Qué me estaba pasando? La única respuesta fue: no sé hasta cuándo podré aguantar sin tenerle entre mis brazos.